Breve Biografía inútil

Arístides H. Consomé, nació circa ppios del inicio del siglo XX en pleno estío de alguna zona incierta del país. De niño cultivó el arte de la oratoria y algunos porotos en germinadores escolares. Joven aún, partió a la ansiada Metrópolis en busca de estudios superiores y minas. Accedió a los más altos niveles universitarios, sobre todo cuando sesteaba en la terraza del Rectorado.




Con entrega y otros condiscípulos, recibió finalmente la Licenciatura en Recursos de los Humanos en 1962, logro que festejó en la ciudad de La Plata conjuntamente con los hinchas de Gimnasia y Esgrima que habían obtenido el tercer puesto en el campeonato Oficial de Fútbol de Primera A.




La cátedra, la investigación, la palestra, la imprenta y el debate no lo tuvieron como actor destacado y enérgico. Su voz, nunca tan necesaria en la hora argentina de la desesperanza y el desasosiego, tiene hoy particular brillo, ritmo y esplendor si no por su verdad al menos por su apariencia,




Estas son algunas de las reflexiones y enseñanzas que el Licenciado ofrece a los desafortunados lectores

jueves, 2 de diciembre de 2010

FALSA PALEOGRAFÍA


E
n épocas de agrietada crisis, el Licenciado Arístides Consomé debió recurrir a las más inesperadas artimañas para sobrevivir indignamente. Esta conducta, quizá hoy —cumbre de la ética y moral enarboladas— fuera vista de modo despreciativo, pero es que aquella fue una época peculiar en distorsionar destinos!; tan es así que, por ejemplo, el célebre escritor Conrado Nalé Roxlo redactaba cartas y epitafios por pocos centavos, el estanciero Ricardo Güiraldes escribía sobre gauchos para distribuir la riqueza verbal, y Jorge Luis Borges le cantaba fervientemente a la Revolución bolchevique, a pesar de que no veía con claridad el asunto.
Precisamente, movido por esa cascada necesidad, además de su necedad, el Licenciado Arístides Consomé se dejó tentar por un influyente polígrafo, que poseía alto interés en perturbar el trazo de la Historia Nacional y le encomendó —por unos pocos mangos— que diseñara e infiltrara en el Archivo Histórico Nacional material periodístico que diera cuenta de la existencia de algunas publicaciones durante la época de la revuelta de Mayo, con inconfesable finalidad. El material facsimilar adjunto da cuenta de ello:




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